martes, 24 de marzo de 2015

Letrilla

Y conociéndola bailando
Me invitó a bailar un tango
Y yo que no tengo ni idea
De bailar con con los cuerpos pegados

Y viéndola riendo
Por mis torpes movimientos
Pues se movía a fuego lento
Y mi corazón iba más rápido

Y así en un encuentro
Mirándonos a los ojos
Ella apartó su mirada
Y se fue a bailar con otro

Y yo me quedé en las mismas
Con la cara de tonto
Como si fuera yo el que le mirara
Si me miraba ella de reojo

domingo, 22 de marzo de 2015

Poesía ahogada en Granada

Ya no me siento seguro de lo que escribo
No se si es bueno, malo
Una reproducción de lo vivido

No me siento agusto conmigo mismo
No me siento nadie
Nadie se sienta a hablar conmigo

No tengo la rima perfecta
Ni algo que emocione al público
O me haga sentir algo

No me salen estructuras complejas
No me sale el ritmo
De poeta no valgo

No tengo tiempo para mí
Solo pienso en pasatiempos
¿Solo tengo el boli sabes?

Y el boli me está dejando solo
Me dice cuando le miro a los ojos
En los poemas no cabes

Y yo lo se, no debí de intentar hacerme hueco
En el mundo de la rima
En ninguna parte quepo

No me salen buenas poesías
Y estoy solo todavía
Todavía soy hombre muerto

Y dejaré aquí la rima
Fue mi fiel compañera
Durante cuatro largos años

Quizás no haya renovación poética
Poesía que ha muerto en mí, nunca estuvo en el fondo de mi alma
Seguro que Granada, es la ciudad del poeta, de mis poemas cansada

En mí hubo poesía

De sus azules navíos, nadie ya sabe nada, pues navegan por el río donde paran a beber las hadas, las hadas beben sangre, del río de mis ojos, porque no saben llorar otra cosa, otra cosa no lloran cuando están rojos...

Ya no me gusta lo que escribo, las hadas ahora son libélulas, que titubean en su feo idioma, la lluvia cesó hace tiempo, para llorar lloro a solas, ya no lloran los ojos muertos, porque están muertos ahora

Y mis ojos son una cañería, y los suyos una ría, donde beben los dulces ganados, y a mis pupilas no llega la luz, nunca es de día, ya no hace soleado, grandes y vacíos, vacían mi pequeño espacio

Y en sus ojos está la perfección, y se perfecciona a sí misma, es metapoética, será entonces que se como es, porque me lo han dicho, y no me ha mirado todavía, porque yo no soy poeta, un joven maldito de melancolía, de cuando escribía, pequeño y sin problemas, pues ya entonces sabía, que el poeta es muy sabio, y yo no alcanzo su nivel, de suprema maestría

Puedes llamarlo como quieras, llamarlo metapoesía, aunque la mía no es tan compleja, encontrarás en otros artistas, lo que te quisieron dar mis letras, ya que mis letras no dan para mucho más, son papel de papelera, tinta azul de un boli, y de una poesía muerta

Poesía que enlaza almas, música que las calma, que apacigua nuestro karma, cuando en sextilla se encarna, o aplica el verso libre, tan perfecto como otro, pues la rima es al papel, fiel como mi corazón al mimbre, nunca hubo un nosotros, entre señora poesía y yo, no me dejó besar sus labios, me deshizo como cartón, mojado en el rincón, y con una botella de Larios, de putrefacción murió, murió siendo un fracaso

Hace tiempo me pregunté, y cuando yo muera... ¿qué será de mis rimas? Quedarán olvidadas, subidas a un blog sin vida, muertas como siempre lo estuvieron, y permanecerán sin ser leídas, no aprenderán de las caídas, ya que nunca subieron, estuvieron siempre en el suelo, y seguirán ahí todavía

Todavía están ahí, están muertas de risa, me olvido de que existen, y de que en mí existió poesía, en mayor o menor grado, fui iluminado, por el gusto de la rima, y el fracaso de quien la escribe, fue la condena a pagar a cambio, de sacar alguna sonrisa, ahora se que para nada valgo, y que para nada valía...